Los días pasaron, así como los meses y los años y con ello desaparecían los recuerdos y el inmenso dolor que había estado guardando para sí.
Pero no es la vida tan injusta como dicen-murmuró ella
Y así, como un suspiro, su vida cambió por completo; en un año pasó de ser una mujer segura de sí misma, feliz y con prestigio, a no ser nada; perdió su trabajo y se vio obligada a volver a su ciudad.
Cansada de no poder deshacerse de su pasado y sus miedos, decidió ponerse ante el espejo como otras tantas veces, para decidir que quería hacer con su vida.
Yo sólo quiero ser feliz-dijo
Una vez más estaba hablando consigo misma, nadie podía ayudarla, nadie quería ayudarla; y así fue como, ante aquel espejo, decidió que no quería ser infeliz; encontró una oferta de trabajo en otro país y se fue, no obstante, se dijo a sí misma que jamás volvería a aquel dichoso lugar, y antes de irse lo arrasó todo, reduciéndolo a cenizas.
-Pgn.
-Pgn.
No hay comentarios:
Publicar un comentario