sábado, 15 de noviembre de 2014

No es mucho lo que pretendo, tan solo que me regales rosas sin espinas, tan solo que alguna vez salga algo bueno de ti.
No es mucho lo que pretendo, a veces es olvidarte, otras más mirarte sin que me cause dolor, sin que sienta que algo de mi muere cada vez que vuelves a intentar hundirme, a intentar hacerme sentir la única culpable de algo cuya responsabilidad recae en los dos.
Podrías mirarte al espejo y preguntarte si de verdad te llena lo que haces; te va la vida en recordarme todo lo que he hecho mal, en recordarle a todo el mundo lo que ha hecho mal, y tampoco tú eres perfecto.
Me pregunto si detrás todo eso habrá algo de amor en tu interior. 
-Pgn.

jueves, 11 de septiembre de 2014

El tiempo lo dice todo

  El tiempo es maravilloso, te hace olvidar, te hace sentir, te hace pensar; el tiempo es nuestro mejor aliado. 
  A menudo pensamos que el tiempo no vale nada, pero no es así, el tiempo es lo que hace que las cosas dejen de doler, es lo que hace que dos personas que hace mucho tiempo que no se hablan vuelvan a hablarse, el tiempo es el que hace que dos personas se conozcan mejor o se reconcilien, el que pone a cada uno en su lugar; ¡que maravilloso es el tiempo! Pensamos que el tiempo es nuestro enemigo, sin embargo, hay quien lo conoce, y bien sabe que, el tiempo, es nuestro mejor amigo.  
-Pgn.

sábado, 6 de septiembre de 2014

Todo lo dado

  Todo el dinero que di es dinero perdido.
  Todo el tiempo que di es tiempo perdido
  Todo el amor que te di fue amor perdido, amor hundido, amor desperdiciado, amor regalado.
  Todo se pierde, nada se gana; perdemos más de lo que ganamos, damos más de lo que nos dan. No somos nada para el mundo, y sin embargo, lo somos todo para nosotros mismos, para las personas que nos quieren y a las que importamos. Somos afortunados, aunque,  pensándolo mejor.. somos más desafortunados.  
-Pgn.

miércoles, 30 de julio de 2014

Cenizas

  Se miró al espejo y lloró, debía partir, marcharse del lugar del que era, aunque no lloraba por eso, lloraba porque sabía que tarde o temprano iba a volver a aquel lugar; aquel lugar que despreciaba con toda su alma; aquel que la había estado ahogando tanto tiempo. Ella, envuelta en sus pensamientos dolorosos, los únicos que tenía del lugar en el que se había criado y había vivido sin un ápice de felicidad, sabía que no podría soportar el regreso a esa pequeña ciudad; aún así decidió desprenderse de todo recuerdo que tenía de allí.
  Los días pasaron, así como los meses y los años y con ello desaparecían los recuerdos y el inmenso dolor que había estado guardando para sí.
  Pero no es la vida tan injusta como dicen-murmuró ella
  Y así, como un suspiro, su vida cambió por completo; en un año pasó de ser una mujer segura de sí misma, feliz y con prestigio, a no ser nada; perdió su trabajo y se vio obligada a volver a su ciudad. 
  Cansada de no poder deshacerse de su pasado y sus miedos, decidió ponerse ante el espejo como otras tantas veces, para decidir que quería hacer con su vida. 
  Yo sólo quiero ser feliz-dijo
  Una vez más estaba hablando consigo misma, nadie podía ayudarla, nadie quería ayudarla; y así fue como, ante aquel espejo, decidió que no quería ser infeliz; encontró una oferta de trabajo en otro país y se fue, no obstante, se dijo a sí misma que jamás volvería a aquel dichoso lugar, y antes de irse lo arrasó todo, reduciéndolo a cenizas.    
-Pgn.

sábado, 5 de julio de 2014

...

  Se fue mi inspiración contigo, con tus besos y tu cuerpo; y se que tú no volverás, pero por favor, devuélvemela.
  Quédatelo todo, quédate mi corazón, mi alma y mi ilusión, pero la inspiración... por favor, devuélvemela.
Escribo líneas sin sentido, sin saber que poner, ni que decir; sin saber que plasmar; sin saber que es de ti; así es mejor, no te quiero, no te entiendo y no te espero; te odio y te repugno; aún te recuerdo. 
-Pgn.

sábado, 24 de mayo de 2014

Lágrimas de cocodrilo.

  Que el tiempo se quede en ayer; que no acaben nunca los besos que nos dimos; que seamos eternos; que tú mano camine junto a la mía por siempre.
  Que nunca me dejes por nada o por todo.
  Que estemos bien, tú y yo contra el mundo, juntos pero no revueltos.

  Y es que no quiero llorar más por ti; no quiero sentir más tu ausencia; no quiero andar por los rincones lamentándome por no haber hecho nada bien, por no haber sabido estar a la altura.
  No quiero estar haciéndome preguntas absurdas como si estarás pensando en mí o me echarás de menos; preguntas absurdas como si hablarás mal o bien de mí.

  Perdóname por no saber olvidarte.
  Perdóname por no querer olvidarte; pero a cada paso que doy te recuerdo; en cada suspiro estas tú preguntándome otra vez el porque de mi suspiro; en cada café que me tomo sola estás tú acompañándome, con tu capuchino con nata montada y canela; en cada risa que escucho están tus 'para por favor, no me hagas más cosquillas que no puedo respirar'; en cada abrazo que me dan quiero sentir tu cuerpo abrazándome, soportando todo el peso de mi cuerpo, de mi mente. 

  Y es que por más que lo intento no puedo sacarte de mi cabeza, no puedo olvidarte; porque a cada paso que doy veo momentos únicos a tu lado, veo la preocupación que tenias en el rostro siempre que me ocurría algo.
  Y es que echo de menos tus "ya he llegado a casa, amor"; tus te quiero; tus te amo; tus "eres lo mejor que me ha pasado en la vida".

  No sé que ha podido pasar estábamos tan bien... pero de repente, de un día para otro decidiste que estabas cansado de nuestra relación, que no te veías con fuerzas para seguir conmigo y...¿por qué? no lo sabías, quizá todavía no lo sepas, quizá me hayas mentido y sea justo por lo que me dijiste que no era. 
  Yo sólo quiero que sepas aunque no pueda ni mirarte a los ojos sin llorar, aunque cada vez que te vea tenga que darme media vuelta porque no soporto verte sin poder besarte, sin poder contarte lo que me ha pasado hoy, o simplemente por no poder mirarte igual que lo hacía antes; quiero que sepas que te amo y que yo sigo siendo tuya.
  Y sea lo que sea que te hayan contado, créeme cuando te digo que para mi fuiste y eres el único.

  Ojalá leas esto, porque quisiera decirte esto y más, pero no tengo la fuerza suficiente.  
-Pgn.

lunes, 28 de abril de 2014

Un lugar llamado "Calma"

  La verde hierba me rozaba los pies, los tobillos; me hacía cosquillas. Iba descalza hacia un jardín lleno de flores de distintos colores, no sentía nada en mi interior, y eso me aliviaba. Una bonita fuente dorada presidia el jardín; nunca había visto una fuente de tales dimensiones; quise acercarme a verla de cerca, así que lo hice; conforme me acercaba el agua parecía cada vez mas dorada y con un brillo especial; toqué el agua y me entró sed.
  Tampoco pasa nada si bebo un poco, parece buena - pensé mientras bebía el agua dorada de la fuente.
  El primer trago me supo a poco; decidí beber más y sumergí la cara en el chorro de agua fresca que caía de una de las insignias que levitaba en el centro de la fuente. Ya estaba saciada cuando saqué la cara y leí en la placa de la fuente: Fuente de la felicidad. Me quité la ropa y me sumergí en aquel agua dorada y brillante; me sumergí hasta que dejé de pensar, de oír, de ver, e incluso de respirar, y entonces, mi cuerpo, inerte, pesado y muerto, salió a flote; y entonces, sentí la verdadera felicidad.  
-Pgn.

A mi amor ante la impotencia de mi corazón al sentir que le pierdo

 Como hace días que no te veo, he pensado que quizá no quieras saber de mí, pero bajo influencia de mi desesperación he escrito esto sólo y únicamente para ti; aunque quizá esté escrito sólo quede en mis recuerdos.
  Siento un gran vacío en mi interior y quiero que tú vuelvas cabe mí, pero no es lo único que siento, también una presión en el pecho qué bien me impide respirar, y lo único que me inquieta es que esto sea síntoma de tu traición con otra.
  ¿Te acuerdas que dijimos que lucharíamos contra cualquier tormenta que intentara ahogarnos?
  De todo lo que hemos pasado esto es lo que más me hiere; y desde hace tiempo te noto ausente.
  Durante toda mi vida nunca había creído que llegaríamos a este punto, en el que te amo tanto que es como si me estuvieran atravesando, poco a poco y dolorosamente, con un punzón el corazón; y entre tú y yo, esto que siento, los celos, me matarán de locura.
  Acaban de llamar a la puerta, espera paciente amor, me encaminaré allí y abriré la dichosa... Un momento, ¿eres tú? Escucho tu voz y no lo creo, hasta ahora solo había creído, mediante hechos, que no eras para mí, que no te merecía; y por alguna razón, por San Valentín supongo, apareció un pequeño haz de esperanza; porque lo que ven mis ojos, tan ciegos de amor y celos hasta ahora, y que no habían percatado era ese día marcado en el calendario; según mi memoria, fuiste tú, amor mío, quien puso ahí, en ese día tan especial y sin dudarlo ni un momento: FELIZ SAN VALENTÍN; pero no uno cualquiera no, so ese feliz San Valentín, se esconde otro gran acontecimiento: Nuestro aniversario; 3 años.
  Desde el otro lado de la puerta me dices que abra, yo sin rechistar obedezco ignorante de lo que pasará. Y es que sólo tú sabes cómo sacar lo mejor de mí.
  Te encuentro ahí de pie, al otro lado de la puerta, con una cajita negra sobre la cuál figura el nombre de una joyería; con lágrimas de alegría procedo a abrir la caja; y tras ella está lo mejor que me ha pasado en la vida, TÚ.  
-Pgn.

Profundo vacío

  Me siento tan débil, frágil y desnuda... No sé como decirte que no estoy segura de nada, no sé si somos nosotros o simplemente somos tú y yo, lejos el uno del otro.
  Solo tengo ganas de llorar; y  por más que lloro y por más que escribo de lo único que me doy cuenta es de que te quiero y te amo; pero no estoy segura de que esto vaya a salir bien, y me duele; me duele eso y más.
 Me duele el cuerpo por no querer vivir, por no saber quien soy, por sentir un vacío tan profundo que temo no poder encontrar salida, y tú no me crees, y no me apetece seguir escribiendo; solo me apetece dejar de respirar...
-Pgn.

miércoles, 16 de abril de 2014

¿Mi vida? Contigo

  Con cada beso que te doy te estoy diciendo que te quiero; con cada beso te ofrezco mi alma.
  Con cada caricia te muestro lo mucho que significas para mi, lo mucho que me dolería perderte.
  Con cada mirada me lleno de ti.
  Con cada suspiro me duele quererte.
  Con cada noche tengo más ganas de pasar el resto de mi vida contigo.
 -Pgn.

miércoles, 12 de marzo de 2014

Basta, ha llegado la hora.

  Necesitaba pensar y huir de la realidad en la que vivo, de la presión que siento; pensaba en como hubiera sido todo en otras circunstancias, en otro tiempo, espacio y lugar; quizá todo sería exactamente igual que ahora pero con diferentes detalles, quizá hubiese ocurrido lo mismo pero de otra manera, quizá más cruel, quizá menos; quizá la gente que me rodearía no sería la gente entre la que me encuentro; quizá tú no serías tú y yo no sería yo; pero... ¡BASTA!
  Basta de pensar; basta de guardar rencor, de no perdonar, basta...
  Ha llegado la hora de ver el lado bueno de las cosas, de afrontar la realidad, de mirar al miedo de frente, de valorar lo que realmente queremos y no perder las cosas que más nos importan a causa de auténticas gilipolleces.
  Basta de ser lo que no queremos ser, ha llegado la hora de empezar a ser como deseamos ser.
-Pgn.
                                                             

lunes, 10 de marzo de 2014

Y así fue como lo supe

  Y el sol me llenaba, me llenaba de luz, de paz; calmaba mi alma; sentía su calidez por todo el cuerpo; sentía nostalgia y amargura, sin embargo, quería estar allí, inundada por aquello que me hacía sentir como en casa.
  Un soplo de aire fresco golpeó suavemente mi cara, cerré los ojos y sentí el alivio que necesitaba en aquel momento. 
  El sol y el viento se unían para conseguir el equilibrio, lo ideológico; se juntaban para decirle al mundo que todo lo malo podía ser bueno y que todo lo bueno podía ser mejor; el frío del aire se unía a la calidez del sol y el sol se unía al viento fresco del aire. Se respiraba calma, paz; me sentí feliz, valiente, capaz de afrontar cualquier cosa siempre que no dejara de sentir esa unión. ¿Y lo mejor? Lo mejor era que él estaba allí, a mi lado; diciéndome lo increíble que era, haciéndome sentir especial.
 Me cogió de la mano y me besó, y entonces, por primera vez, sentí que no éramos él y yo, si no que éramos nosotros; me dejé llevar por aquel increíble beso; y nos fundimos, nos fundimos en el amor, en la pasión y en el deseo; y nos olvidamos del mundo exterior, de los problemas de afuera; nos olvidamos de que estábamos rotos, y nos completamos. En ese momento supe que era amor, pero por desgracia el mundo nos llamaba y no podíamos vivir ajenos a todo lo demás; así que, con delicadeza, me cogió de la mano y me guío hasta el coche; debíamos volver, pero ahora tenía claro que podríamos, juntos, contra todo pronóstico.  
  -Pgn.

sábado, 8 de marzo de 2014

Cenas caras y amor barato

  Podría escribir sobre una bonita historia de amor, donde cada noche ella despertaba rodeada de besos, flores y mucho amor; pero eso no fue así, su vida estaba repleta de anocheceres con él y amaneceres de cama vacía.
  Cada mañana, ella despertaba sola, se hacía un café amargo y se iba a trabajar. A menudo recordaba todas las relaciones que había tenido, todas acabadas en fracaso, y aunque ella se había vuelto a enamorar, sabía que él no sentía lo mismo.
  Cada noche, él se presentaba allí, en su casa, discutían porque nunca se quedaba a dormir, después, él la llevaba a los restaurantes más caros y volvían a hacer el amor como cada noche, aunque a ella le parecía que a lo largo del tiempo disfrutaba más, quizá por la esperanza de no dormir sola otra noche más o quizá por el amor que sentía por él.
  Y así pasaron sus noches: Llenas de cenas caras y amor barato.  
-Pgn.

martes, 4 de marzo de 2014

A veces quizá.

   A veces te miro y no puedo evitar pensar el cómo será mi vida futura contigo; si nos casaremos, si tendremos hijos y una casa en la  playa o en la montaña,  si tendremos un barco o no.
  A veces te miro y no se lo que será de nosotros, quizá no tengamos hijos y no nos casemos, quizá no tengamos una casa ni en la playa ni en la montaña y simplemente vivamos en una humilde casa, quizá todo contigo o quizá nada.
  Lo único que sé es que te quiero ahora,  y después quién sabe, quizá después todo o quizá nada.  
-Pgn.

Te quiero.

  Entre besos y caricias te digo que te quiero, y tú, sincero, me respondes con un beso, un beso en los labios, un beso certero, un beso que no tarda llegar a mi corazón, a mi alma, a mi ser; un beso cálido que me transporta a otro lugar, al paraíso; un beso frío que me llena de paz, de calma, como una brisa de aire fresco en un día cálido de verano que te alivia por dentro; un beso de amor; un beso tuyo, porque jamás he sentido otros besos como siento los tuyos, y es que eres el único que me hace sonreír, que me hace ser feliz.  
  -Pgn.
                                                                    

martes, 25 de febrero de 2014

Cambio.

  Y entonces lo vi, vi todo aquello que siempre había ocultado, mi otro yo, mi verdadero yo; esa chica risueña y feliz de siempre, esa a la que nada temía, la que todo afrontaba, sin miedo, sin vacilar ni un solo segundo, aquella que era capaz de superar cualquier cosa; y me dí cuenta de lo escondida que había estado todo este tiempo.
  Me sentí contenta durante un segundo... después, todo desapareció: la esperanza, la ilusión, la luz que llenaba mi alma; y fui consciente, por primera vez en mucho tiempo, de que debía cambiar.  
-Pgn.

Me apetece.

  Me apetece tu risa, tu enfado, tu miedo.
  Me apetecen tus ojos, tu mirada, tu nariz, tus labios...
  Me apetece que te burles de mi ignorancia, de mis palabras, de mí.
  Me apetece que te sientes a mi lado, que no lo hagas y que te quedes de pie, pero siempre conmigo.
  Me apetece quererte, que me quieras, que nos queramos; besarte, que me beses, que nos besemos.
  Me apetece que seas tú conmigo y yo contigo, que seamos nosotros.
  Me apetece que me desveles los finales de todo; que vayas andando o en bici, pero siempre conmigo.
  Me apetece hablarte, escribirte; me apetece escucharte.
  Me apetece que me cojas de la mano mientras caminamos.
  Me apetecen tus palabras, tus silencios.
  Me apetece hacerte regalos porque sí, sin razón y que te enfades cuando lo haga.
  Me apetece que me abraces, que me acompañes a los sitios, que me critiques, que me aconsejes... me apetecen tantas cosas de ti... pero sobre todo me apeteces tú.  
-Pgn.

Mientras duermes.

  Mientras duermes quiero verte, sentirte, hablarte bajito hasta que despiertes.
  Mientras duermes quiero decirte lo mucho que te amo, y solo así porque no me atrevo a que me escuches.
  Mientras duermes quiero caminar en tus sueños, pintarlos de colores hasta que despiertes de emoción.
  Mientras duermes quiero besarte, acariciarte y contarte cosas que despierto jamás te contaría.
  Mientras duermes quiero dormir contigo, a tu lado, mientras duermes.
  -Pgn.
Light Orange Pointer