Diario de viaje III. Disneyland Paris. (17-07-2010)

 Como teníamos planeado para todos los días, nos levantamos a las seis de la mañana para ir al parque 'Disneyland'; disfrutamos de un montón de espectáculos y atracciones, y dijimos que volveríamos con nuestros hijos pequeños; ¿lo recuerdas? Pensamos que les encantaría.
 Hoy, Henry, nuestro pequeño, me ha preguntado por ti, es la primera vez que me pide detalles... dice, que de mayor, quiere ser como tú, aunque lo que no sabe es que cuando tú tenias su edad eras igual; en fin... hasta mañana.
-Pgn.

Diario de viaje II. La pregunta. (16-07-2010)

 Nos levantamos a las seis de la mañana, íbamos a ir a la Torre Eiffel. Aún recuerdo cuando hace años me pediste matrimonio en lo alto; recuerdo que subimos al primer piso por las escaleras, al llegar estábamos cansadísimos, pero yo sentía que aquel viaje iba a ser mágico, asique me deshice del cansancio.
 París, la ciudad del amor, fue espectacular. Paris, la ciudad de las luces, fue, sencillamente espectacular.
 Ya en lo alto se podían sentir millones de vibraciones, era como si la torre estuviera viva, y cuando encendía sus luces... bueno, el sentimiento era  indescriptible... una obra de arte...
Hicimos muchísimas fotos, tantas que casi no nos quedaba espacio para más; subimos, ya en ascensor, a la última planta. La ciudad se reveló, parecía un regalo divino; allí, en todo lo alto de la torre, no podía evitar uno sentirse pequeño. Para finalizar el día, tú me preparaste una cena en la cumbre de aquella preciosa torre, sin nadie más que tú y yo; excepto, claro, los camareros que nos sirvieron aquella maravillosa cena.
 París a nuestros pies, sus luces mágicas y, para mi sorpresa, la famosa pregunta.
 Fue el mejor momento de mi vida, y que en nuestro último viaje a París me recordaras, imitando a la perfección todos los detalles fue inmensamente gratificante.
 Dos momentos que yo nunca olvidaré.  
-Pgn.

Diario de viaje I. El primer día. (15-07-2010).

El primer día fue agotador; nos alojamos en un hotel de lujo, caracterizado por un millón de detalles que hacían que este palacio fuera una joya de 5 estrellas. ¿Recuerdas que estuvimos durmiendo todo el día?. Queríamos recobrar las fuerzas para el resto de los días, para así poder ver todos los monumentos que habíamos planeado.

 P.D.: ¿Sabes? ¡Nuestra hija se casa! No sé si te acordarás de Juan, el hijo mayor de nuestros vecinos. Llevan saliendo un par de años, se ven muy felices juntos.
 Bueno, hasta mañana mi amor. Mañana volveré a visitarte. Bss.  
-Pgn.

Diario de viaje. El principio - Carta a Jacques.

 Mi amor Jacques:
 Sé que ya no estás, pero tus recuerdos no me dejan olvidar el pasado, por eso te escribo, para liberarme de este saco de arena que reposa sobre mis hombros.
Quiero que, estés donde estés, recuerdes siempre nuestro viaje a París. Solo quiero que sepas que te amo como el primer día... ojalá estuvieras aquí conmigo. 
-Pgn.