El cielo estaba azul, sin nubes. El sol lo inundaba todo, dándole a las cosas un toque especial.
Hicimos las maletas y descasamos un poco antes del viaje de vuelta; volvíamos a casa, teníamos ganas de ver a nuestros hijos, nuestros padres, nuestros hermanos; sobre todo tú, que siempre fuiste un poco más de familia que yo...
Recuerdo lo emocionado que estabas; las ganas locas que tenias de darle a nuestros hijos lo que le habíamos comprado.
Y por fin, estábamos en el aeropuerto y cogimos el avión...
-Pgn.
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